Los avances en tecnología tienen siempre dos caras. Por una parte, facilitan el día a día a personas y empresas de todo el mundo, abriéndonos las puertas a la comunicación instantánea y el acceso a una ingente cantidad de información, e incluso increíbles avances en medicina y sostenibilidad, por poner solo algunos ejemplos. Pero también hay un lado oscuro: las ciberestafas son cada vez más sofisticadas y difíciles de detectar, y los malos usos de la inteligencia artificial pueden ser muy perjudiciales para las personas afectadas por un deepfake.
Uno de los máximos exponentes de este lado oscuro es lo que se conoce como Scam-as-a-Service, una tendencia emergente que ofrece un enfoque sofisticado y escalable para llevar a cabo estafas digitales.
¿Qué es el Scam-as-a-Service?
El principal problema del Scam-as-a-Service radica precisamente en su capacidad para democratizar y amplificar el alcance del fraude en línea.
¿Qué problemas comporta esto?
- El modelo de Scam-as-a-Service permite a los estafadores escalar sus operaciones fácilmente, por lo que pueden llegar a un mayor número de víctimas y aumentar el impacto de sus actividades.
- Al eliminar las barreras de entrada y proporcionar herramientas y recursos listos para usar, el Scam-as-a-Service facilita la participación de individuos sin experiencia previa en el cibercrimen, lo que aumenta la cantidad de actores maliciosos en el espacio digital.
- La naturaleza descentralizada y la disponibilidad generalizada de servicios de estafa hacen que sea más difícil para las autoridades y las empresas de ciberseguridad identificar, rastrear y prevenir estas actividades fraudulentas.
- Con una amplia gama de servicios disponibles, desde el phishing hasta el fraude de soporte técnico y el fraude de criptomonedas, el Scam-as-a-Service alimenta la innovación y la sofisticación en las técnicas de estafa, lo que dificulta aún más su detección y mitigación.
- El aumento de las estafas en línea puede erosionar la confianza del público en el comercio electrónico, las transacciones en línea y los servicios digitales en general, lo que puede tener un impacto negativo en la economía digital en su conjunto.
Evidentemente, el Scam-as-a-Service tiene su origen en el crecimiento exponencial de la economía digital y la disponibilidad de tecnologías avanzadas. Los foros clandestinos en la Dark Web, así como las redes sociales y los canales de mensajería cifrada, han facilitado la conexión entre estafadores y clientes potenciales, creando un mercado para servicios de estafa especializados.
¿Qué tecnologías se utilizan en el Scam-as-a-Service?
El Scam-as-a-Service aprovecha una variedad de tecnologías para facilitar y amplificar los diferentes tipos de fraude online.
- Herramientas de automatización. Permiten realizar actividades fraudulentas de manera más eficiente y a gran escala. Esto puede incluir bots de redes sociales que generan seguidores falsos, bots de correo electrónico que envían mensajes de phishing en masa, y software de generación de contenido para crear sitios web fraudulentos rápidamente.
- Ingeniería social. La ingeniería social es una técnica utilizada para manipular a las personas y obtener información confidencial o inducirlas a realizar acciones no deseadas. Esto puede implicar el uso de tácticas psicológicas en correos electrónicos, mensajes de texto o llamadas telefónicas para engañar a las víctimas y hacer que revelen información personal o financiera.
- Phishing y Spear Phishing. El phishing es una técnica en la que los estafadores envían correos electrónicos fraudulentos que parecen ser de empresas legítimas para engañar a las personas y hacer que revelen información confidencial, como contraseñas o números de tarjetas de crédito. El spear phishing es una variante más dirigida en la que los estafadores personalizan los correos electrónicos para objetivos específicos, utilizando información obtenida previamente para aumentar la credibilidad del mensaje.
- Malware. El malware, o software malicioso, se utiliza para infectar dispositivos y robar información, obtener acceso no autorizado a sistemas o realizar otras actividades fraudulentas. Esto puede incluir virus, troyanos, ransomware y spyware, entre otros tipos de malware.
- Criptomonedas. Las criptomonedas se han utilizado cada vez más en actividades fraudulentas debido a su naturaleza descentralizada y pseudónima. Los estafadores pueden utilizar criptomonedas para realizar estafas de inversión, esquemas piramidales, extorsión por ransomware y otros tipos de fraude en línea.
- Inteligencia artificial y aprendizaje automático. Algunos estafadores utilizan inteligencia artificial y aprendizaje automático para automatizar y mejorar sus actividades fraudulentas. Esto puede incluir el uso de algoritmos de aprendizaje automático para generar mensajes de phishing más convincentes o para identificar posibles víctimas con mayor precisión.
¿Cómo podemos protegernos del Scam-as-a-Service?
Al fin y al cabo, poco importa si el origen de la estafa es un profesional o un aficionado que ha adquirido la estafa como servicio. Como con cualquier otra estafa en línea, lo principal es prevenir y no bajar la guardia. Algunos consejos para ello:
- Estar al tanto de las últimas técnicas de estafa y cómo reconocerlas.
- Verificar la autenticidad de los mensajes, correos electrónicos o sitios web antes de proporcionar información personal o financiera.
- Utilizar software antivirus y antimalware actualizado en todos los dispositivos.
- Prestar atención a las alertas de seguridad y a las noticias sobre nuevas estafas en línea.
¿Quién suele ser el objetivo del Scam-as-a-Service?
El Scam-as-a-Service puede afectar a cualquier persona que utilice internet, desde individuos hasta empresas. Lo más habitual es que por una parte afecten más a las empresas que tengan implementados sistemas de seguridad y prevención más vulnerables o que directamente no los tengan, y por otra, a aquellos colectivos menos habituados a utilizar nuevas tecnologías, como personas mayores o usuarios con poca o ninguna experiencia tecnológica.
Sin embargo, cualquier persona puede ser víctima de una estafa online, ya que el Scam-as-a-Service facilita por una parte la escalabilidad de la estafa, y por otra los estafadores menos expertos es más probable que elijan objetivos más vulnerables y estafas más "discretas", antes que grandes empresas con mejores sistemas de defensa contra el fraude.
En resumen
El Scam-as-a-Service representa una nueva y preocupante dimensión del cibercrimen, donde la tecnología se utiliza para facilitar el fraude a escala. La educación, la conciencia y las medidas de seguridad que incluyan tecnologías avanzadas y potentes son fundamentales para protegerse contra estas amenazas.