¿Qué es la Debida Diligencia del Cliente (CDD)? 

 

La debida diligencia del cliente (CDD, por sus siglas en inglés) es un término que ha adquirido una relevancia significativa en el ámbito financiero y empresarial. La debida diligencia del cliente se refiere al conjunto de procesos y medidas que instituciones financieras y empresas llevan a cabo para conocer y entender a sus clientes. 
 
En su esencia, la Debida Diligencia del Cliente es una herramienta crucial para la prevención de delitos financieros, como el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Este proceso implica la recopilación y verificación de información personal y financiera del cliente, lo que permite a las instituciones identificar y mitigar posibles riesgos. La diligencia debida del cliente es, por tanto, un componente crítico de la estrategia de gestión de riesgos de cualquier organización que opera en este sector.
 
La importancia de la CDD se ve reforzada por la existencia de diversas leyes y reglamentos a nivel internacional que exigen su cumplimiento. Estas normativas obligan a las instituciones financieras a implementar procesos de CDD efectivos para garantizar que no se conviertan en vehículos involuntarios para actividades ilícitas. La Debida Diligencia del Cliente no solo es una exigencia legal, sino también una práctica empresarial prudente que ayuda a las organizaciones a proteger su integridad y reputación.

La finalidad de la CDD no es solo conocer quiénes son sus clientes, sino también comprender la naturaleza de sus actividades económicas y evaluar los riesgos asociados a establecer una relación comercial con ellos.

El poder de una correcta verificación de la identidad

 Más información

Tipos de medidas en la Debida Diligencia del Cliente

Debida Diligencia Estándar (BDD)

La Debida Diligencia Estándar es el nivel más común de CDD. Se aplica en situaciones donde existe un riesgo potencial, pero es poco probable que se materialice. Este nivel requiere:

  • Identificación del cliente y verificación de su identidad.
  • Recopilación de información para entender la naturaleza de la relación comercial.
  • Supervisión continua del cliente para detectar cambios de comportamiento que requiera diligencia debida adicional.

Debida Diligencia Simplificada (SDD)

La Debida Diligencia Simplificada se utiliza en escenarios de bajo riesgo, en los que hay pocas posibilidades de que los servicios o el cliente se involucren en actividades ilícitas como el blanqueo de dinero. En estos casos, el proceso se centra en:

  • Identificar al cliente sin necesidad de verificar su identidad como en los enfoques estándar o mejorado.
  • Supervisión continua para detectar eventos que puedan aumentar el riesgo y requerir diligencia adicional.

Debida Diligencia Mejorada (EDD)

La Debida Diligencia Mejorada, también conocida como Diligencia Debida Reforzada, se aplica a clientes de alto riesgo, como Personas Políticamente Expuestas (PEP) o aquellos involucrados en transacciones de alto valor. Este nivel incluye:

  • Recopilación de información adicional sobre la identidad del cliente y la fuente de sus fondos.
  • Evaluaciones periódicas para adaptarse a los cambios en el perfil de riesgo del cliente.
  • Análisis detallado de la naturaleza de las transacciones y las actividades comerciales previstas.

Cada uno de estos niveles de CDD es crucial para una gestión de riesgos efectiva y para cumplir con las regulaciones contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. La elección del nivel adecuado de CDD depende de una evaluación precisa del riesgo asociado con cada cliente, lo que permite a las organizaciones adoptar medidas proporcionadas para mitigar posibles riesgos.

Implementación de la Diligencia Debida del Cliente: pasos claveDebida diligencia

La implementación efectiva de la debida diligencia del cliente (CDD) en los procesos de onboarding digital de bancos e instituciones finacieras es un proceso multifacético que implica varios pasos esenciales. Estos pasos son cruciales para garantizar el cumplimiento normativo y para mitigar los riesgos asociados con las relaciones comerciales y financieras.

  1. Recopilación de información del cliente: el primer paso en la CDD es la recopilación exhaustiva de datos del cliente. Esto incluye obtener información básica como el nombre completo, fecha de nacimiento, detalles de contacto, nacionalidad y fuentes de fondos o riqueza. Esta información es vital para verificar la identidad del cliente y para asegurarse de que no esté involucrado en actividades ilícitas como la financiación del terrorismo o el blanqueo de capitales.
  2. Detección inteligente para una alta precisión: la verificación de la identidad del cliente debe realizarse con alta precisión. Esto implica ir más allá de los métodos tradicionales de verificación. La utilización de soluciones tecnológicas avanzadas en este paso asegura una verificación más confiable y exhaustiva.
  3. Definición de políticas de aceptación del cliente: las instituciones deben definir políticas claras de aceptación del cliente basadas en el perfil de riesgo. Esto incluye establecer criterios para la aceptación de clientes en sus servicios y productos, y contribuye a la elaboración de perfiles de riesgo y a la definición de umbrales para el seguimiento de alertas.
  4. Perfiles de riesgo basados en datos del cliente: una vez recopilada la información se debe evaluar el nivel de riesgo de cada cliente. Esto se realiza mediante la definición de umbrales personalizados para clientes de poco y alto riesgo, utilizando soluciones AML/KYC que proporcionen una puntuación de riesgo basada en varios atributos.
  5. Gestión de casos para el seguimiento de alertas: esta gestión es fundamental para investigar actividades sospechosas y gestionar alertas. Una solución sólida de gestión de casos debe ofrecer una experiencia integrada y enriquecida con datos contextualizados, facilitando a los investigadores la organización y gestión de las investigaciones y el descarte de falsos positivos.
  6. Monitoreo continuo para la mitigación de riesgos: finalmente, la CDD es un proceso continuo que implica el monitoreo constante de las relaciones comerciales para detectar operaciones no habituales y actividades sospechosas. Mantener un registro de auditoría y documentar los hallazgos después de una alerta es esencial para un sistema de monitoreo eficaz.

La implementación de estos pasos en la CDD permite a las empresas reguladas gestionar eficazmente los niveles de riesgo de los clientes y evitar posibles delitos financieros, manteniéndose al día con las regulaciones y fomentando un marco de cumplimiento saludable.

Diferencia entre DDC y KYC

La Debida Diligencia del Cliente (DDC) y el proceso de Conoce a tu Cliente (KYC) son dos aspectos fundamentales en la gestión de riesgos y el cumplimiento normativo en el sector financiero. Aunque están estrechamente relacionados, existen diferencias clave entre ambos.

1. Enfoque y alcance

  • DDC: se centra en establecer y verificar la identidad de los clientes, así como en evaluar los riesgos asociados con establecer una relación comercial con ellos. La DDC incluye verificaciones KYC, pero va más allá al enfocarse también en la procedencia de los fondos y en cuestiones relacionadas con el blanqueo de dinero y la financiación del terrorismo.
  • KYC: es un proceso que se lleva a cabo en la fase de incorporación del cliente. Sus componentes clave incluyen la verificación del nombre, la fecha de nacimiento y la dirección residencial del cliente. 

2. Momento de aplicación

  • DDC: se realiza tanto en el momento del registro del cliente como en intervalos regulares a lo largo de la relación con este.
  • KYC: se lleva a cabo principalmente para nuevo cliente.

3. Propósito y profundidad

  • DDC: busca entender no solo quién es el cliente, sino también sus intenciones, la procedencia de sus fondos y su comportamiento financiero. Esto implica un análisis más profundo y continuo.
  • KYC: se enfoca en la identificación y verificación inicial del cliente, sin necesariamente profundizar en la procedencia de los fondos o las intenciones del cliente más allá de la relación comercial básica. 

4. Aplicación en diferentes perfiles de riesgo

  • DDC: se aplica a clientes considerados de riesgo o de alto riesgo.
  • KYC: se aplica a todos los clientes, independientemente de su perfil de riesgo, como parte del proceso de incorporación. 

Implementación de la Debida Diligencia del Cliente en Mitek: eficiencia, cumplimiento y experiencia del usuario

En Mitek entendemos la importancia de un proceso de onboarding de clientes eficiente y conforme a las normativas, que al mismo tiempo ofrezca una experiencia de usuario excepcional. Nuestro enfoque en la debida diligencia del cliente (CDD) se centra en integrar tecnología avanzada con prácticas de cumplimiento normativo, asegurando así tanto la seguridad como la comodidad del cliente.

1. Validación de documentos de identidad

Nuestro proceso empieza con una rigurosa verificación de la identidad del cliente a nivel global. Utilizamos técnicas avanzadas para revisar y verificar documentos de identidad, lo que no solo cumple con las regulaciones de AML y KYC, sino que también optimiza el tiempo y reduce los costes operativos asociados con el onboarding manual.

2. Biometría facial y detección de vida

Incorporamos la biometría facial y la detección de vida en nuestro proceso de onboarding. Estas tecnologías no solo aumentan la seguridad, sino que también mejoran la experiencia del usuario al ofrecer un método de verificación rápido y sin fricciones.

3. Personalización del proceso KYC

En Mitek adaptamos los procesos KYC para satisfacer las necesidades específicas de cada cliente. Esto no solo garantiza una mayor eficiencia en la gestión de riesgos, sino que también permite a los clientes experimentar un proceso de onboarding personalizado y centrado en el usuario.

4. Ahorro de costes y cumplimiento normativo

Nuestra solución de CDD no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también ofrece un significativo ahorro de costes operativos. Al automatizar y optimizar el proceso de onboarding, reducimos la necesidad de intervenciones manuales costosas y aumentamos la eficiencia general del proceso y de los recursos humanos. Además, nuestro enfoque en el cumplimiento normativo asegura que nuestros clientes estén siempre un paso adelante en términos de regulaciones y estándares de la industria.                               

Mientras que KYC se centra en la identificación y verificación inicial del cliente, la DDC abarca un espectro más amplio, incluyendo la evaluación continua del riesgo y el monitoreo de las actividades financieras del cliente. La DDC es esencial para una gestión de riesgos efectiva y para cumplir con las regulaciones contra el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo.

Descubre la solución de verificación de

de identidad de Mitek

Pide más información