Uno de los conceptos más recurrentes cuando hablamos de transformación digital y Fintech es la tecnología blockchain. Pero, ¿Qué supone la adopción de esta tecnología para empresas y usuarios?
Las entidades financieras actuales, aunque están inmersas en plena transformación digital —en mayor o menor grado, y con más o menos éxito— tienen todavía un largo camino por recorrer para ponerse al día con todas las posibilidades que la tecnología actual pone a su alcance.
Una de las tecnologías más disruptivas que han surgido es la blockchain, que, de forma muy simplificada, consiste en una base de datos distribuida que incluye una lista de registros ordenados en constante crecimiento y actualización. Estos registros se almacenan de forma segura y privada, y constituyen un inmenso historial de todas las transacciones, inversiones, operaciones, contratos…, y cualquier operación financiera que tenga un rastro digital.
El acceso a estos registros se realiza mediante un sistema peer-to-peer, es decir, es una comunicación descentralizada, establecida directamente entre las dos partes sin necesidad de un intermediario.
¿Cómo funciona exactamente la tecnología blockchain?
Según la Harvard Business Review, esta tecnología se basa en cinco principios básicos:<>
- Base de datos distribuida: Cada parte en un sistema blockchain tiene acceso a toda la base de datos y su historial, pero ninguna de las partes controla los datos o la información. La ventaja es que cualquiera de las partes puede verificar los registros de sus partners en la operación directamente.
- Transmisión peer-to-peer: Las comunicaciones se llevan a cabo entre las partes implicadas, en vez de a través de un nodo central. Cada nodo almacena y transmite información a todos los otros nodos.
- Transparencia con pseudonimato: Cada transacción y su valor asociado son visibles para cualquiera con acceso al sistema. Por otra parte, cada usuario tiene un identificador alfanumérico único de más de treinta caracteres, puede decidir si permanece anónimo o muestra su identidad a otros. Las transacciones se llevan a cabo entre direcciones blockchain.
- Irreversibilidad de los registros: Una vez una transacción ha entrado en la base de datos y se han actualizado las cuentas, los registros no pueden ser alterados, ya que se encuentran ‘enlazados’ a cada registro de transacción previo (de aquí el término chain, ‘cadena’). El propio sistema se asegura de que los registros sean permanentes, y estén cronológicamente ordenados y disponibles para el resto de la red.
Lógica computacional: Dada la naturaleza digital de los registros, los usuarios pueden instalar algoritmos y reglas que desencadenen automáticamente transacciones entre nodos.
Las ventajas que nos puede aportar la tecnología blockchain
El sistema financiero, a pesar de los avances en transformación digital, es todavía en lento y complejo. Además, es uno de los sectores que sufre con más impacto el fraude online. Es todavía, a pesar de los esfuerzos, un sistema digitalmente ineficiente.
Pero la tecnología blockchain puede suponer no solo un avance a nivel tecnológico, sino que puede transformar la banca y los servicios financieros tal y como los entendemos hoy en día. Y decimos ‘podemos’ no porque haya alguna duda del potencial de esta tecnología para provocar estos cambios, sino porque todavía está por concretar cómo y cuándo se integrará plenamente en nuestro día a día.
De forma muy simplificada, los beneficios que aporta esta tecnología son:
- Permite a dos usuarios realizar transacciones sin intermediación (como bancos o entidades gubernamentales, por ejemplo).
- Se reducen los costes de las transacciones.
- Se reduce el riesgo de fraude online.
- Simplifica la operatividad e incrementa la velocidad de las transacciones.
Permitirá ampliar el alcance y acceso a los servicios financieros en todo el mundo.
Los frenos actuales a la tecnología blockchain
Pero para que el blockchain despliegue todo su potencial, hay barreras tecnológicas, gubernamentales, organizacionales e incluso sociales que deben eliminarse o, por lo menos, modificarse.
Algunos de estos retos a superar fueron el centro del debate soe el futuro de la identidad en el #MWC17, como qué datos deben compartir o no las entidades financieras, cómo hacer que el usuario mantenga el control soe sus datos y su privacidad una vez se comparten, o incluso los cambios a nivel de cultura corporativa que todavía deben asimilarse para llegar a compartir a este nivel información de sus clientes. Por no hablar del reto de cumplir con la regulación y normativa vigentes, y que todavía están lejos de cuir el escenario blockchain.
Así, es seguro que la tecnología blockchain supondrá un cambio sustancial en la forma de entender la banca y las finanzas personales. Pero este cambio parece que será progresivo y gradual, no tan repentino como otros cambios a los que la tecnología nos tiene acostumados, ya que necesita superar unas barreras que no se desmontan fácilmente. En cualquier caso, la tecnología blockchain ya está aquí, y parece difícil seguir adelante con la transformación digital sin ella.